viernes, mayo 15, 2009

.grande thc...

da la sensación que uno ya es un adulto, cuando en un almuerzo con su papá, habla sin miedo de mariguana, extasis y cocaína.
el postre infantilizante: nieve limón con cubierta de chocolate marca pops.
(se acuerda de charly pops)

.un bandoneón y un contrabajo en el corazón

http://videolog.uol.com.br/video.php?id=343125
vos sabés qué cambiaste el olor de mis mañanas.

lunes, mayo 11, 2009

.la semana del juicio y otras cordalidades


Habían pasado tres días desde que la muela cordal inferior izquierda inició su recorrido al exterior, la sutileza del ibuprofeno sedó un tanto el dolor, la presión del diente y el dolor en la cara.
Estoy en el consultorio de Rebeca, recomendación de una amiga que no pudo darme el número de su odontólogo profesional: - solo atiende a amigos de la familia, es que cobra muy caro…- Elitismo odontológico.
Para el momento que decido escribir este post, tengo las manos de la dentista en mi boca, recién me hizo la radiorafía y ahora me está cortando la encía con un bisturí. Me mando para que me saqué una pieza del collar, la pieza que me tiene berreando desde hace tres días.
Escucho como se quiebra algo dentro de mi boca, como el tejido cede y también ciertos cracks y otras cosas que parecen estar destrozándose, hay un alicate dentro de mi bocaza y sostengo mi mandíbula con mi puño cerrado para evitar una lesión. La muela pone resistencia, una raíz en forma de gancho decide complicar la extracción… más anestesia, parace que hay infección en la zona, encontramos pus, con razón dolía tanto.
La dentista llama a su papá para que le ayude a terminar el trabajo rebelde, el tipo me dice que me agarre duro y que ya va a salir…
¿Dónde estaba los lasers? ¿Los nanorobots? La medicina modernísima que se ve en Discovery Channel.
De ahí en adelante se desparrama el dolor por toda la cara, desde el oído que provoca un tinnitus, los dientes de abajo en vista del espacio se mueven y reacomodan, el cachete inflamado, sangre y gasas.
Con una bolsa llena de hielo en la cara pienso: -El seguro social debería garantizar servicio de emergencias odontológicas-. Este no fue el caso.
Dios es hombre, sí… pero también es chimuelo.

pd. -tiene que sacarse las demás-

.ladran, ladran, ladran

huele a veneno, huele, leve y disimulado,
se mezcla con el olor a cigarro y los dientes amarillos,
hay aroma de café y humedad,
laca de pelo, cera y posturas faciales casi insostenibles,
es muy leve, pero este olor se saborea desde la lengua,
disimulan, pero huele a veneno...
ese líquido extraño que secretan las cosas podridas.
¿hola, todo bien? dicen...

.y cuando la sacaron era una muela prehistórica

Las cordales son satanás y bush cogiéndose en mis encías y martillando los oídos. Odio los dientes, las muelas, las comidas blandas y frías y la humanidad. Me cago en dios y sus dientes.
un abrazo,

miércoles, mayo 06, 2009

.el camino es parte del viaje

Parece que estoy en algún punto entre el paraíso tropical y la finca ganadera, después de 8 horas de viaje llegamos al centro de la Montezuma (se vende), falta un cuarto para las 12 y tenemos aún 3 km de calle de lastre para llegar al cuarto.

En la tarde, el chofer del bus olvidó echar gasolina y nos varamos subiendo Cambronero (así le dice mi papá a esa ruta), aprovecho para tomar café en la pulpe del frente mientras se soluciona el asunto, cuando estamos terminando el rechinado y analgésico café, veo el bus arrancar, corremos: el chófer nos regaña, pfft con qué autoridad moral y la clásica vieja metiche también nos caga - yo les dije que no se podían bajar-, más adelante nos varamos otra vez… ¡a la puta!

Perdemos el ferry pero no pasa nada, es una buena ocasión para reconocer Puntarenas y comernos un ceviche, ese puerto destrozado por el tiempo y el desinterés, de casas abandonadas, basura flotante en el estero y los clásicos y deliciosos granizados del Paseo de los Turistas, extraños esos kioskos que le dan la espalda al mar... extraño acontecimiento el de buscar ceviche, creo que el día que a algún kioskero con mentalidad gerencial le de vuelta a su kiosko, ya sea el propietario de "el acapulco", "el río de janeiro" o "don churchil" iniciará la revolución chuchequera. No había ceviche. Creo que falta algún tiempo para dicha revolución.

La embarcación cruza el golfo de noche, me recuerda el documental de los peores desastres y cómo los ferrys son las naves que se hunden con mayor facilidad y se vuelcan facilísimo, pero insisto en la necesidad/necedad de que si alguien que no sabe nadar trata de usarnos de salvavidas humanos tendremos que matarlo, una conversación que Karo no quiere tener y que yo creo importante, sólo creo que hay que estar listo, también creo que siempre me impresionan de más esos documentales de desastres y de pronto: ¡Paquera y no tuvimos que matar nadie!

De vuelta al “Rey del Surf”, bólido Scannia Verde Amarella que cruza la península, trasbordo a buseta en Cóbano y taraaaaan: la esquina de Montezuma esta frente a nosotros. Simplemente una acinada esquina playera de líneas arquitectónicas erráticas y acentos europeos y gringos, de fondo un hip hop que no entiendo y un bar que extiende la vida a sus calles, demasiada calle de la amargura para quedarse.

La señora que vende los pinchos atiende nuestras dudas con amabilidad y su hijo, aparente campeón local de surf, o simple rajón, nos cuenta de cómo el campeonato de surf no se mezcla con cerveza y de su vida entre Cóbano y Cabuya. Esperamos un taxi pirata cerca de 10 minutos (mientras una birrita) y de repente llega un jeep 83 con puertas con amarres de cuerda y nos subimos esperando que la gente que alquila el lugar al que esperamos llegar siga despierta.

En el jeep, iniciamos el camino de 3 km, adelante tres 18añeros enfiestadísimos nos llevan destino a cabuya, nos detenemos 5 minutos para que suba la chic apuntada...
Mientras esperamos conocemos a los hipsters Tara y a John from "Pansalvanea"... what, digo yo en mi criollísimo inglés... Pensilvania?.. Yes.. "Pansalvanea"... y bueno, Tara, simpática nos cuenta acerca de su trabajo comunitario dando clases de inglés en la escuelita y John se sostiene inconciente con una cerveza sujeta a la mano, ante la “tagada” playera.

La chic apuntada aparece y uno de los 18añeros propone irse sentado en la tapa del carro, al mejor estilo Death Proof, se sostiene y retomamos el camino lastreado hacia la posibilidad de dormir y un baño necesario. John insiste en tratar de abrir la puerta del jeep en movimiento, ¡John Stop! – she said. Y ahora se coloca en una posición que indica que la inversión líquida de la noche de John estaría en mis zapatos inminentemente... Tara lo sostiene y lo abraza casi reteniéndolo de A) Caer del carro en movimiento ó B) Vomitar las piernas del otro pasajero (yo). Llegamos, sanos y sin vómito.

En la habitación me lavo las manos con alcohol en gel, son los tiempos de la h1n1, aún conocida como fiebre porcina. Pero acá nada qué ver pensar en eso, acá nada qué ver pensar.
acá.