lunes, mayo 11, 2009

.la semana del juicio y otras cordalidades


Habían pasado tres días desde que la muela cordal inferior izquierda inició su recorrido al exterior, la sutileza del ibuprofeno sedó un tanto el dolor, la presión del diente y el dolor en la cara.
Estoy en el consultorio de Rebeca, recomendación de una amiga que no pudo darme el número de su odontólogo profesional: - solo atiende a amigos de la familia, es que cobra muy caro…- Elitismo odontológico.
Para el momento que decido escribir este post, tengo las manos de la dentista en mi boca, recién me hizo la radiorafía y ahora me está cortando la encía con un bisturí. Me mando para que me saqué una pieza del collar, la pieza que me tiene berreando desde hace tres días.
Escucho como se quiebra algo dentro de mi boca, como el tejido cede y también ciertos cracks y otras cosas que parecen estar destrozándose, hay un alicate dentro de mi bocaza y sostengo mi mandíbula con mi puño cerrado para evitar una lesión. La muela pone resistencia, una raíz en forma de gancho decide complicar la extracción… más anestesia, parace que hay infección en la zona, encontramos pus, con razón dolía tanto.
La dentista llama a su papá para que le ayude a terminar el trabajo rebelde, el tipo me dice que me agarre duro y que ya va a salir…
¿Dónde estaba los lasers? ¿Los nanorobots? La medicina modernísima que se ve en Discovery Channel.
De ahí en adelante se desparrama el dolor por toda la cara, desde el oído que provoca un tinnitus, los dientes de abajo en vista del espacio se mueven y reacomodan, el cachete inflamado, sangre y gasas.
Con una bolsa llena de hielo en la cara pienso: -El seguro social debería garantizar servicio de emergencias odontológicas-. Este no fue el caso.
Dios es hombre, sí… pero también es chimuelo.

pd. -tiene que sacarse las demás-

3 comentarios:

Lo dijo...

no puedo creer-lo (lol)
iván volvió a bloggear.
hacen falta más tragedias en la vida.

Olman Vargas B. dijo...

por eso (y más) me da miedo ir al dentista

vancho dijo...

jajaja.
no no, también hice una crónica de un paseo antes de la tragedia.
Olmi, no tenga miedo, después duele más. Carietón hace de las suyas.