jueves, mayo 23, 2013

la insoportable realidad de ser

Qué sencillo odiar el cotidiano.
Las recetas de respiración me funcionan,
pero al parecer yo he decidido ser un infeliz.
Un dolor de estómago se ha apropiado de mi,
no sé cuando empezó.
No recuerdo mi vida sin este malestar.
No sé si me gustaría mi vida sin el.
Costumbres, decisiones, pastillas.
"No cabe duda que es verdad que la costumbre,
es más fuerte que el amor"
Ahora en el bus, mi ropa me aprisiona, mi ojos arden, todo pica.
Mi piel ha empezado a envejecer y a sufrir su misma existencia.
¿Soy feliz? Mientras escribo este texto no.
Un veneno purulento cuenta mis días:
Mi vida.

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